INFUSIONES Y POCIONES

Ilustración: Isabel Garre.

Había un secretismo sobre los efectos de esa infusión por parte de Pedro, el cual adoraba ser el centro de atención, prometió explicarles los pros y los contras de aquella mezcla una vez la tuvieran delante.

Pedro estuvo en la cocina durante unos minutos, afanándose en su preparación como si fuera el mago Merlín y realizara una poción mágica. Todos permanecieron expectantes cuando trajo la tetera y la posó sobre la mesa. La gran mayoría de los asistentes se miraron extrañados, tan solo Alex se decidió a decir algo:

-¿Y esto hace algo? ¿con leche únicamente? –preguntó como si esperara ahora un ritual del té, o algo por el estilo.

-Las cosas sencillas son las mejores –sonrió Pedro, dejando entrever su maravillosa dentadura blanca de típico anuncio de dentífrico -¡Claro! El THC de la maría fumado tiene un efecto del quince por ciento, mientras que disuelto en la grasa de la leche...por eso debe de ser “entera”, es de un cincuenta - le explicó con cierto aire petulante.

-Entonces no sé ni para qué nos la fumamos –se quejó Hector.

-Pues para meternos alquitrán, nicotina…esas delicias –dijo sarcásticamente Manu a su hermano.

-Probemos, ¿no?- preguntó María impaciente.

Todos cogieron sus pequeños vasos de cristal, tan solo Nerea se mostraba un poco más desconfiada, además el simple olor de esa bebida le provocaba arcadas. Al final uno a uno tomaron un sorbo con diferente percepción.

-¡Sabe a césped! -soltó Héctor-. Huele a una hierba dulce, como alfalfa.

-¡Césped! –se sorprendió Nerea, aunque pensaba similar a su colega -¿Y cuándo has comido tu eso?...¡mmm! ¡Está buena! –dijo con la boca pequeña -, rara, pero se puede beber –y se la tomó como si se tratara de un chupito, rápido y sin saborearlo más de la cuenta.

-Espero que valga la pena el suplicio, porque esto sabe a rayos- habló nuevamente Héctor - ¡No hará nada ya veréis! –dudó del efecto.

-Hasta que no hagas la digestión no habrá efectos secundarios -le explicó Manu con paciencia, como solía hacer siempre –. Además, no puede estar tan mala, lleva limón y canela.

-Sí, con eso me dejas más tranquilo – le contestó irónicamente Héctor -, Pedro es un gran guiso…seguramente no nos has dejado entrar a la cocina porque esto lo ha cocinado un "ente legendario"–bromeó y sonrió, tomando el último trago de su vaso.

-Mmm, pues a mi me parece deliciosa, ¿puedo echarme otro vaso? –preguntó María revisando la tetera.

Transcurrieron cuarenta minutos aproximadamente desde su ingestión, hasta las primeras muestras. Casi sin darse cuenta sintieron como sus ojos se volvían pesados, una bruma espesa se les había colocado encima de la cabeza haciéndoles ver las cosas de otra manera. Los movimientos eran lentos, el cuerpo lo tenían totalmente relajado. Hablaban como loros hiperactivos, incluso cosas sin sentido, todos excepto Gadiel que permanecía callado observándoles como era habitual en él, como si no le hubiera afectado ni un ápice haberse tomado dos tazas.

Más tarde los efectos de la infusión se intensificaron, le siguieron los ataques de risa, y llegaron dos contraindicaciones, el apetito extremo y el sueño difícil vencer.

-¡Está muy bien! – exclamó entre risas Alex -¿Qué hora es?- le parecía que el tiempo se había detenido.

-Son la dos y media, no preguntes más... pesado, solo hace cinco minutos de la última vez que lo hiciste- le contestó Nerea bromeando y lanzándole un cojín.

-¡¿Qué?! ¡Solo cinco minutos!, ¡dios que lento pasa el tiempo! – exclamó desesperado Alex.

-Mirad la tele –intervino María con una sonrisa de oreja a oreja -, los muñecos de los dibujos van al ritmo de la música - decía una y otra vez mientras se quedaba inmóvil contemplando la pantalla fijamente.

-¡Tío que sueño esto no es normal! –murmuró Hector - ¡Qué pelotazo! – se acomodó en el sofá iba a quedarse dormido.

-La música está muy fuerte, ¿no? –se levantó Nerea para bajar el volumen -. Van a subir los vecinos.

-No está fuerte, la percibes mejor pero es efecto de la maría- le respondía Manu –, con esto se agudizan los sentidos.

Extracto del libro de Isabel Garre: La vida un juego extraño (2002).