IONIX, Guardian del Mundo de los Sueños.

-Antes como humano el ritmo de mi vida lo detenía una tormenta, ahora la temperatura no es algo que capte precisamente mi atención, pero añoro ciertas sensaciones, me encantaba sentir las caricias de cada gota de lluvia deslizándose por mis mejillas -decía Ionix con cierto ápice de melancolía.

-A veces es un castigo ser inmortal, créme que te comprendo -le besó en la mejilla tiernamente Ur -. Hubo días en los que envidié a los humanos, tan solo por la mortalidad. Tener una piel y unos huesos frágiles para lanzarme al vacio, desde el primer acantilado y morir. Recuerdo que me pasé tres días sentada en los lindes del bosque, en la parte más próxima a la autopista imaginándome una y otra vez cruzándola para ser arrollada por un camión que pusiera punto final a mi sufrimiento -susurró con cara de pena, fracasando en su intento de animar a Ionix, más bien fue todo lo contario.

Personajes Ur e Ionix, pertenecientes al libro: Guardianes del Mundo de los Sueños. Isabel Garre.

Ilustración Ionix y Lowin. Isabel Garre. Tecnica Lápiz, y base de color con ordenador.

Protegidos en el Registro Andaluz de la Propiedad Intelectual.

-When I was a human my rythm of my life was stopped by a storm, now, nowadays the temperature isn´t somethign that catches my attention, but I miss certain feelings, I loved to feel the caresses of each raindrops slidding down my cheeks -said Ionix with melancholy.

-Sometimes it is a punishment to be inmortal, believe me I understand you -and Ur kissed his cheek tenderly -There were days when I envied the humans, only by the inmortality. To have skin and fragiles bones for me to throw in the hole, from the first cliff and to die. I remember that I passed three days sat down in the border of the forest, in the part next to highway. I imaged crossing it all time, i want be hit by a truck, because that could put an end to my suffering -she whispered with a sad face.