Cuando dar una opinión puede ser destructivo

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Cuando dar una opinión  puede ser destructivo

                                                                                              Garre,I (9 Mayo,2014)

La libertad de expresión ha traído consigo una serie de implicaciones las cuales en su mayoría son positivas, pero estas implicaciones se convierten en negativas cuando la capacidad de opinar de todo, llega hasta el punto de opinar y juzgar la vida de los demás, de aquellos que tenemos más cerca o más lejos, no importa donde estén, ni lo que hayan hecho, porque parece que tenemos derechos a valorar la vida íntima de cualquiera. 

Si bien es cierto que es un vicio fomentado desde todos los sectores de la sociedad, no importa el lugar de donde seas (pueblo o ciudad), nivel intelectual, etc. Desde los medios de comunicación nos venden este vicio ya casi como una característica propia de los humanos. Ser cotilla, sentirse con la superioridad moral de opinar sobre los demás, y encima dando nuestra versión de "yo nunca hubiera hecho eso"..."debería hacer esto"..."está mal"..."está bien"...al más puro estilo Inquisición española.

El pensamiento crítico es una herramienta pedagógica para mejora y perfeccionamiento del ser humano, no para ser utilizado en contra de los demás pues no implica ningún tipo de avance en la sociedad. Hoy por hoy, en vez de utilizarlo para volcarlo sobre los sectores que nos están haciendo la vida imposible: políticos...y demás; solo nos atrevemos a utilizar esta herramienta en petit comité, somos así de valientes, sentados en torno a una mesa de café, y en esa asamblea diaria, pobre del nombre que salga al azar...se le hará una revisión de todos sus errores o el "boom actual"...esta actividad carece de sentido pedagógico, es ruin, y hace patente una serie de deficiencias de habilidades sociales considerable, la primera de ellas "empatía" (incapacidad de ponerse en el lugar del otro). Dudo que seamos reencarnaciones de los dioses egipcios que realizaban el juicio y pesado del alma...pero bueno todo podría ser...

Las causas de dar opiniones juiciosas son varias, pero la más evidente es el aburrimiento, cobardía, frustración y la envidia. Muchos de nosotros no somos capaces de asumir la Ley del Espejo (todo aquello que nos moleste de los demás es porque muy posiblemente está en nuestro interior). 

Luego nos sorprende cuando la víctima del juicio reacciona ante los jueces y dice: "dale tu opinión a quién le importe", y en vez de ser comprendida, porque a nadie le gusta que le metan el dedo en el...ojo, se le crucifica aún más. Estos juicios vienen disfrazados de buenos propósitos y buena intención, de amigos y familiares que bajo esa excusa te dicen, "creo que..." "lo mejor es que" ..."me parece que deberías"..."yo no lo habría hecho así"

Muy poca gente entiende que las opiniones sobre la vida personal íntima de la gente, es un tema que a nadie debería de importarle, no ganamos dinero sabiendo como gestiona "perico el de los palotes" su vida sentimental, laboral...

El poder de la palabra es inmenso, da tu opinión solo a aquellos que te la estén pidiendo a la cara y con el corazón abierto, no es algo que se deba usar para matar el tiempo en reuniones de amigos como si estuvierais jugando a las cartas. Todas tienen maldad, sea de una forma u de otra. Hay infinidad de temas de los que hablar como para hacerlo de la persona a la que toque esta temporada primavera verano...si no mira en google para nuevos temas de conversación.

Activa el corazón cuando escuches a alguien iniciando este tipo de charlas destructivas y córtalas en seco. Quizás si desarrolláramos un poco más de empatía, sabríamos lo que duele ser el centro de las críticas de turno. La gente intenta vivir lo mejor que puede, y nadie absolutamente nadie es perfecto en su forma de vivirla.

Isabel Garre. Pedagoga y Educadora social.