La escuela de la vida

Sí...quizás sea solamente eso, una escuela en la que venimos a aprender, asumiendo este simple detalle todo se minimiza y parece más fácil.  Sabemos que el contenido es el que es, el temario nos toca a unos y otros en función de la clase en la que estemos, puro azar, sin más...no hay dobles intenciones, solo aprender a sobrevivir, adquirir conocimiento y sabiduría. Por ello suelen ser absurdos los momentos en los que nos consentimos a nosotros mismos diciéndonos: ¿por qué me pasa esto a mí? ¿por qué si no he hecho nada malo? ¿me merezco esto?...si invirtiéramos esa energía desperdiciada lamentándonos en caminar hacia la solución, seguramente ningún problema sería algo más que un mero contratiempo, uno que se puede superar con esfuerzo y ganas. Porque no nos ocurre nada en la vida que no esté al nivel de nuestro curso...de nuestra alma, y los momentos más difíciles suelen ser los exámenes, las pruebas. Puedes ver tu vida como un castigo, al azar como un grandísimo bastardo,  lamentarte y seguir perdiendo el tiempo, ese que se nos ha dado limitado, seguir echando la culpa a otros de todo lo que te pase...o también puedes hacer  lo contrario sacar el carácter y continuar caminando, porque no importa cuantas veces te caigas, lo que de verdad es esencial y es la característica de los/las campeones, de los/las guerreras, es cuantas veces te vas a levantar...


Manuales de Creación. Libro 7. Isabel Garre. 2013
Diálogo de Daniel, Señor del Tiempo.