Capitán Elmer Breve Historia

Cuando el Capitán Elmer vio aparecer a un minúsculo diablo de pelo rojo montado en un caballo de la colección privada del Rey Azazel, Gran Kyrio de la Zona Oscura, tragó saliva. Hacía varios años que sus obligaciones militares le habían impedido regresar a la corte, por lo tanto tenía serias dudas de si la imagen que contemplaban sus ojos era cierta o no.
Una vez descendió del caballo aquel diablo paliducho y enclenque para su edad se acercó a saludarlo frunciendo el ceño de manera desagradable, dato que le dio la clave, definitivamente estaba ante el Príncipe Yoar. No había sido una riña familiar, el Rey Azazel había ido más allá, había enviado a su hijo, un niño que levantaba escasos palmos del suelo a la batalla, un castigo por la desobediencia de Yoar a la prohibición de hacer magia.
Durante su carrera militar Elmer había realizado trabajos que habían puesto en peligro su vida saliendo siempre airoso, nunca esperaría que años más tarde cuando estaba en la cumbre del ejército más poderoso del Mundo de los Sueños se le obligara a cuidar de un niño, ¿a quién estaban castigando al Príncipe Yoar o a él mismo?
Mantener con vida a un diablo mestizo que había sido incapaz de desarrollar sus alas, uno que tenía continuos enfrentamientos con sus maestros porque odiaba el arte de la espada, le habían traído a un sanador...era algo impensable.
De no haber sido porque su cabeza estaba tambien en juego, hubiera dejado morir a Yoar, los nobles carecían para él de respeto alguno porque se situaban siempre en la retaguardia sacrificando soldados como peones de ajedrez.
El pequeño Yoar se ganó pronto su respeto, le hizo prometer que se convertiría en un gran mago y así fue. El capitán Elmer jamás hubiera pensado que tras ese primer encuentro en el que tuvo que salvarle la vida y obligar a Yoar a pelear con su espada y no con sus hechizos de un nivel aún paupérrimo, que Yoar se convertiría en alguién al que admiraba de tal forma y al que querría como a un hijo. Durante décadas lucharían codo con codo en infinidad de batallas, el príncipe Yoar le parecía  un genio militar, tenerle de su lado era indicio de victoria. Nunca más volvio a dudar de él tras la hazaña en la frontera de la Zona Oscura.
El capitán Elmer confió en él para la creación del destacamento de élite de los cincuenta diablos, aquellos a los que se les permitiría unir las capacidades físicas de los diablos con sus dones mágicos, hasta el momento prohíbidos por el rey Azazel. 
Con el paso del tiempo Elmer va evolucionando, se retira del ejército para formar una familia, solo regresa de nuevo porque Yoar, se lo pide para vencer al Ejército Sombra que está arrasando con el Mundo de los Sueños.
Elmer no es bendecido con descendencia, no obstante, considera sus hijos a Yoar y a Benjam, un huerfano al que entrena e introduce en el ejército debido a sus extraordinarias habilidades.

Libro. Guardianes del Mundo de los Sueños. Tomo 1. Isabel Garre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

HOMERO

Y es así como se va