Feliz día del libro
23 de Abril
Desde que tengo
uso de razón, tengo recuerdos de libros. Cuando comenzábamos a leer en la
biblioteca de mi pueblo, había unos libros muy finos, de colores, con letras de
caligrafía... aún hoy puedo sentir el tacto de sus hojas en la yema de mis
dedos y sonrío.
Los primeros
libros, te hacen descubrir que existen muchos mundos, y que la cubierta del
libro son las puertas. Una vez aprendes eso, las bibliotecas son mágicas.
Puedes encontrar
todo aquello que busques y necesites, tienen dentro desde universos, viajes
espaciales, o un aeropuerto, de esos que te permiten viajar sentado en una
silla y viendo gente pasar, o tapado con una manta mientras la lluvia golpea el
cristal de la ventana, porque también quiere pasar.
Crecemos, pero la
visión infantil y profunda de las bibliotecas no se pierde, se intensifica.
Ahora entras, y si estás unos minutos en silencio, puedes escuchar infinidad de
cerebros hablándote desde el pasado, presente o futuro... para los libros no
existe la limitación del tiempo, ya que pueden ser eternos.
A veces, me
imaginaba que los bibliotecari@s, podían oír como un libro debatía con otro, y
que por eso los colocaban juntos, y en ocasiones, sabiendo que sus autores eran
contrarios, también los ponían uno al lado del otro, para que generaran diálogo
y sanaran la herida mediante la palabra.
Sigo leyendo, es
una maravillosa forma de continuar construyéndome.
Gracias a quienes
me dejaron cerca un libro... desde entonces no he dejado de amarlos. Nunca
sabemos la semilla que entregamos a una persona cuando le animamos a abrir la
puerta de un libro.
Isabel garre.
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