La envidia de doble filo
La envidia se disfraza de mil maneras, difíciles de identificar pero fáciles de expresar. Muchas de las actitudes negativas y juicios duros que hacemos a otras personas tienen como base la envidia. Hay quien prefiere decir me cae mal alguien a reconocer que en el fondo de su corazón siente envidia de ella. Como si estuviera más aceptado o fuera mejor visto tenerle tirria a alguien sin motivo que reconocer que hay trasfondo de envidia. El por qué envidiamos, quizás porque esas personas tienen aquello que nosotros deseamos. En este caso es un mito falso y destructivo el afirmar que las mujeres son más envidiosas que los hombres. Quizás lo único cierto es que ellas lo expresan con más facilidad, y tampoco me atrevería a asegurarlo. Cuando alguien nos cae mal la técnica de evitarlo no es la opción más inteligente emocionalmente, quizás debiéramos pensar o buscar las causas que subyacen detrás de nuestr...