La sensibilidad es un don

No mi amor…mi sensibilidad no es fragilidad. No me mires con esa expresión desagradable mientras piensas que si soy sensible soy débil. ¿Siento más que el resto? Yo creo que siento de forma diferente a ti, solo eso. No confundas ser sensible con ser vulnerable. Tus mitos y estereotipos hieren. Si me crees débil es posible que al final termine bailando dentro de ese corsé, si te hiciera caso vería mi sensibilidad como una tortura y para mí es un don, el cual me permite sentir la vida intensamente, quizás de una forma más profunda de lo que tú puedes imaginar. Camino en la superficialidad con paso firme, y buceo en la profundidad de las emociones de puntillas para no dar un paso que me haga perder el equilibrio… si lo pierdo duele, y si no lo pierdo me alegro, pero no maldigo tener la capacidad de sentir más de lo normal, porque para mí significa estar viva. No importa mi amor, no te preocupes si me ves llorar, también puedo llorar de alegría, soy capaz de emocionarme con las cosas sencillas de la vida. Los sensibles no somos débiles, al contrario, tenemos corazones resistentes a prueba de golpes y un cuerpo sólido para levantarnos una vez tras otra. Mírame y sonríe, yo me siento grande…soy agua.


Ur, Guardiana del Agua.

Manuales de Creación. Libro 8. Isabel Garre.

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