La mecánica del sueño
La esperanza se disfraza de gotas de lluvia que juegan a deslizarse por mi cara,
el azul anuncia la llegada de una nueva mirada, de un aire más cálido, de una tarde de playa...
una en la que ando yo y mis pensamientos, sueño yo y las olas hacen el resto...
se los van llevando con suaves movimientos, hacia el lugar donde los sueños se convierten en acción, donde el corazón los impulsa para convertirse en vida...vida que respiras...
siempre y cuando estés caminando, esa es la condición.
Los sueños no son estáticos y evolucionan, suelen estar volando para que los cojan aquellos que pueden ser fuertes y perseverantes para subir más alto, solo para los que sepan que antes de ser un genio, uno debe caminar el sendero de la mediocridad y el entrenamiento...duro...con esperanza y sin queja...con ilusión y confianza...no permitas que el desánimo te venza.
Una montaña empinada donde la soledad es mejor, que ir acompañado de uno mismo cuando te has convertido en un juez implacable que nunca calla...prefiero el silencio y la complicidad de una mirada.
Mis sueños no son utopías, son el resultado de la suma de mis acciones...el imperio de lo pequeño, de lo cotidiano que termina haciéndose muy grande...
La esperanza, es la semilla que germina en el corazón, la cual nos impulsa como si nuestra alma fuera una cometa, la paciencia es la que controla el rumbo, no hay logro sin dirección, no hay sueño materializado sin unir mente y corazón.
Manuales de creación. Libro 7. Isabel Garre.
el azul anuncia la llegada de una nueva mirada, de un aire más cálido, de una tarde de playa...
una en la que ando yo y mis pensamientos, sueño yo y las olas hacen el resto...
se los van llevando con suaves movimientos, hacia el lugar donde los sueños se convierten en acción, donde el corazón los impulsa para convertirse en vida...vida que respiras...
siempre y cuando estés caminando, esa es la condición.
Los sueños no son estáticos y evolucionan, suelen estar volando para que los cojan aquellos que pueden ser fuertes y perseverantes para subir más alto, solo para los que sepan que antes de ser un genio, uno debe caminar el sendero de la mediocridad y el entrenamiento...duro...con esperanza y sin queja...con ilusión y confianza...no permitas que el desánimo te venza.
Una montaña empinada donde la soledad es mejor, que ir acompañado de uno mismo cuando te has convertido en un juez implacable que nunca calla...prefiero el silencio y la complicidad de una mirada.
Mis sueños no son utopías, son el resultado de la suma de mis acciones...el imperio de lo pequeño, de lo cotidiano que termina haciéndose muy grande...
La esperanza, es la semilla que germina en el corazón, la cual nos impulsa como si nuestra alma fuera una cometa, la paciencia es la que controla el rumbo, no hay logro sin dirección, no hay sueño materializado sin unir mente y corazón.
Manuales de creación. Libro 7. Isabel Garre.
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