La Lluvia tintó el horizonte...

La lluvia tintó el horizonte de un suave color carmesí, el viento huyó desde muy temprano, no quería ser portador de muerte y llanto. Hubo quién descansó durante la madrugada, pocos fueron los que para despertar necesitaron la llamada al alba.
Se respiraba miedo y tensión, sombras de agonía estaban acampando en el corazón. La angustia de no saber que pasará después, el terror al cambio, a la pérd

ida y al fracaso. A veces al exhalar un río de pánico trepaba desde el fondo del estómago rumbo a la garganta, hincando sus uñas, no había dulce paladar, ni sabor que pudiera disfrazarlo. Sopas de oscuridad, miradas pérdidas y ceños fruncidos. La batalla estaba próxima a comenzar…

Extracto perteneciente al Libro 6. de Manuales de Creación. Isa Garre, 2012