Siente, piensa y hazlo. Un sueño es un proyecto

Era un día cualquiera…como cualquier otro, que pasa sin más pena ni gloria. No pasará a estar marcado en tu calendario, es más apenas será recordado si no hay una acción puntual que supere el grado de intensidad de la línea habitual. La vida está llena de estos días…superan incluso a los días que llamamos “completos y merecedores de un espacio en tu memoria”. ¿Es por lo tanto la vida un cúmulo de días como “cualquier otro”? Días…días…semanas…y días, cayendo por el lavabo…eso sí “días como cualquier otro”…y días…días…que “no acaben nunca”…días y semanas “que acaben de una vez”… Mi vida se compone de tres tipos: La tranquila, sumatoria de “días como cualquier otro” La intensa y enriquecedora “días que no quieres que acaben nunca” La negativa que aprendí a llamarla “mi periodo de aprendizaje” y a los días les cambié el nombre como “días en los que estás a examen”…             No entiendo por que hay que celebrar un día pu...

Darle a los recuerdos que nos pesan la ligereza de una pluma, voy a silbar tu nombre para que se vaya con el viento y se disuelva en el aire. El lenguaje de las Abejas, 2012. Isa Garre.

Es curioso como el destino te mueve de un lado para otro, como una veleta, y lo peor es que ella cree que su punto de apoyo es tan seguro y fijo que solo depende ella misma. Pero no es así, la veleta es colocada donde otros quieren, de adorno y ornamento, tan solo vive para mostrar la dirección del viento.             Me siento así, dándote cuenta de que es mejor fluir que luchar contracorriente, que si inviertes la energía en la dirección de la corriente puedes nadar más rápido, o simplemente descansar de vez en cuando…el agua que fluye te lleva sola. La diferencia de seguir la ola o esperar a que te golpee…             Darle a todo la importancia de una pluma… El lenguaje de las Abejas, Isabel Garre, 2012.

Piensa que todo es posible si lo único que necesitas es respirar. Isabel Garre, 2012 El lenguaje de las Abejas. Isabel Garre, 2012

La lluvia tintó el horizonte de un suave color carmesí, el viento huyó desde muy temprano, no quería ser portador de muerte y llanto. Hubo quién descansó durante la madrugada, pocos fueron los que para despertar necesitaron la llamada al alba. Se respiraba miedo y tensión, sombras de agonía estaban acampando en el corazón. La angustia de no saber que pasará después, el terror al cambio, a la pérd ida y al fracaso. A veces al exhalar un río de pánico trepaba desde el fondo del estómago rumbo a la garganta, hincando sus uñas, no había dulce paladar, ni sabor que pudiera disfrazarlo. Sopas de oscuridad, miradas pérdidas y ceños fruncidos. La batalla estaba próxima a comenzar… Extracto perteneciente al Libro 6. de Manuales de Creación.  Isa Garre , 2012             

Trabajando en la animación de Waponcia Wapelton "Bebé ballena volador" Waponcia no quería asumir la realidad, Bebé ballena no viviría para siempre en el pequeño estanque de su jardín, un día tendría que trasladarse a un lugar más amplio, por eso se trasladó a un rascacielos transparente. Bebé ballena quería volar, había visto Dumbo tantas veces que un día se subió a lo alto de un árbol y saltó...a partir de entonces se convirtió en la primera ballena voladora. Fotograma de la animación, tardaré un tiempecillo en terminarla completamente. Aquí teneís un adelanto.

Modelo: Antonio Garre Modelo: Isa Garre  Modelo: Neila Marquina.