Era una obsesión...¿quizás sí? ¿quizás no? En estos últimos meses allí donde mire aparece algo con forma de corazón. Vas por la calle y ese chicle en el suelo tiene forma de corazón, esa hoja recién caída del árbol también, la piedra a la la que le acabas de dar una patada igual...¿invasión de corazones? ¿necesito un chequeo médico? Mmmm, no sé, el caso es que cuando pasa de cien, las casualidades dejan de serlo. Una noche de lluvia caminamos despacio, voy mirando el suelo, por las aceras de vez en cuando encuentro formas de corazones. Llegamos a una gran plaza, cual es mi sorpresa al ver corazones allí donde dirijo mi vista, aquí, allí...más allá...¡cielos, están en todas partes! ¿Por qué aquí hay más?...¡Uff, es extraño y a la vez divertido! Hago asociaciones y resuena en mi cabeza el griterío de las tarde de otoño, cuando los niños juegan a la pelota y corretean divertidos. ¿Podría ser que la sonrisas, los buenos momentos vividos allí impregnen el suelo con formas de corazón? Po...