Era así

Era así como el cálido día dio paso a la gélida noche, 

como el agua cristalina se transformó en barro en un instante, 

como la moneda con cara y cruz tuvo solo doble cara. 

Era  pasado indica, 

un fue, que en el presente nada implica. 

No preguntes, nada importa 

Iluso por dedicar energía a volver a sentir el calor del sol 

tan solo estoy perdiendo mi tiempo el imposible no existe .

Traspasada esta barrera, 

¿qué puede ofrecerme el sol salvo agonia que desespera?

cuando en la luz del día todo está oscuro,
repleto de dudas,  estupideces, miedo...te quiero

Sol...único ser capaz de doblegarme y humillarme...

y aun así quiero intentarlo...estúpidas ideas no paran de rondarme. 

Absurda manera de pensar la de este loco, 

quien te está perdiendo poco a poco.

Ansío un sol que ahora me quema, 

que rasga mi piel aunque no quiera. 

Soy yo el cruel, el vampiro...

quién me vuelvo un pusilánime ante tus deseos y sufro de tu olvido.

Pese hacerme sufrir  cada atardecer anhelo tu abrazo  

y ansio dormir cada anochecer en tu regazo.

¿Merezco esto? 

¿por qué los vampiros merecemos el rechazo del sol cuando lo amamos tanto? 

¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? 

y no hay respuesta alguna, 

salvo silencio, indiferencia, 

y sigo con mis dudas...

¿por qué? ¿por qué? 

Y no respondes, 

y aumentan mis miedos...

¿por qué te has ido de repente?

ya no consigo verte...

Debo asimilar el hoy pero me cuesta tanto alejarme...

y vivir rodeado de colores tristes a los que acostumbrarme, 

ser feliz con intuirte tintando de naranja el horizonte, 

saborear ese instante... 

y ser lo suficientemente fuerte para marcharme. 

Ya no quieres ni puedes darme nada,

me pregunto si echarás de menos mi mirada. 

Sonrío de manera amarga, 

me pongo un traje de felicidad falsa, 

pero por dentro me come la duda

del por qué a los vampiros se nos reserva un lugar junto a la luna. 

Sol, ¿por qué ya no quieres que esté cerca de tí? 

¿por qué te empeñas en hacer que me aleje? 

¿por qué ya no valgo nada para ti?...

Perdón, olvidé que yo para ti soy solo muerte.

Tristes reflexiones de un cadáver...

Extracto del Diario de Adrien, dentro del libro En busca de Vampiros, 2010, Isabel Garre.