Débil, endeble, frágil…

¿Soy muy débil?, tanto me lo decían los demás y yo lo negaba, que asumí que quizás vivía sin saber realmente su significado…busqué en el diccionario y cada uno de los sinónimos que encontré me describían a la perfección.

Frágil, me rompes el corazón con suma facilidad.
Flojo, porque la presión de negarme a ti me puede.
Endeble, me caigo cada vez que tu mirada me acaricia como el suave viento.
Enclenque, cuando me veo entre tus brazos.
Blando, a tus encantos y por conformarme con verte.
Delicado, cuando te acaricio y susurro cuanto te quiero.
Blandengue, cuando me creo y perdono tus mentiras.
Desnutrido, al comer migajas de tu amor.
Debilitado, por alimentarme de felicidad a cuenta gotas.
Decaído, tras tus ataques y tus puñaladas.
Desfallecido, al luchar contra un imposible.
Pusilánime, al dejar que lleves las riendas de mi vida.
Calzonazos, al acatar tus reglas.

Definitivamente soy un debilucho…
Ahora no sé si otro sinónimo de débil, es “enamorado”…yo más bien diría “tonto dependiente”.

Extracto del libro: Relatos y cuentos cortos. Isabel Garre.